El proyecto desarrollado por los arquitectos ecuatorianos Daniel Moreno Flores y Margarida Marques, presenta un interesante proceso de trabajo que vale la pena destacar. Es la rehabilitación de una casa de 50 años de antigüedad, ubicada en Quito, que debía ser renovada con un presupuesto bastante modesto.
Estas aparentes limitaciones los llevaron a pensar el espacio desde su desmantelamiento inicial, trabajo que realizaron ellos mismos y con sus propias manos. Durante este proceso establecieron una estrecha relación con los materiales disponibles, los que terminaron por definir totalmente el carácter del proyecto.
Limpiar y descubrir cada uno de los materiales para ver lo que en realidad es
Como asegura Daniel Moreno, en sus proyectos "se trabaja desde la realidad del espacio y desde sus limitaciones. Los elementos existentes toman un nuevo significado, con diferentes escalas de intervención, desde una unidad mínima portable y moldeable hasta alcanzar un habitáculo. Se prioriza la reutilización de materiales, el manejo del recurso humano optimizado, la simplificación y sistematización de los procesos constructivos". [1]
En esta caso, el interior fue desmantelado y se ha dejado lo mínimo. Los materiales fueron sacados de sus funciones originales y se han convertido en provocadores nuevos "puntos de partida" para comenzar a pensar la nueva espacialidad.
El material es respetado porque es escaso y porque en su esencia ya tiene un valor. En lugar de ser desechado para comprar nuevos materiales, la "materia prima" existente es re-descubierta y re-valorizada, cambiando su imagen y su carácter, pero evocando sutilmente al edificio original.
Una puerta se convierte en un nuevo mobiliario, pero antes de encontrar este nuevo destino, funciona como encofrado para fabricar otros elementos. Verdadera eficiencia.
¡Si la pared es de ladrillo es importante que se vea el ladrillo!
Según la filosofía de diseño de los arquitectos, el usuario no es sólo un espectador frente al trabajo del arquitecto, sino que empieza a ser un "co-jugador" que debe identificarse con el espacio para poder habitarlo de manera correcta. Los materiales vuelven a ser fundamentales en este juego, ya que son ellos los que permiten conectar con el habitante.
"Los materiales se están comunicando, están contándote una historia. Hay que ponerlos y se deben mostrar tal y como son, sin ataduras, sin velos, sino más bien con sus rigurosidades, con su color, con sus defectos y virtudes, porque tienen cualidades que nos llevan hacia un camino". [2]
Es un proyecto que se revela a si mismo, que muestra en sus detalles cómo fue llevado a cabo, cuál fue el proceso constructivo. Una obra donde no sólo se recicla el material disponible, sino que se utiliza como el hilo conductor que le va mostrando al arquitecto la forma en que debe operar en el espacio.
Una obra sin prejuicios y que, por lo tanto, no parte de cero.
* Revisa el proyecto finalizado en nuestra publicación anterior.
Estudio Mike / Daniel Moreno Flores + Margarida Marques
[1] Daniel Moreno en su sitio web.
[2] Daniel Moreno en entrevista con TeleProyecto Fasano.
